Holaa!!
siento mucho el retraso, pero he tenido unos cuantos examenes y e estado un poco liada xD
espero que os guste el final de esta historia
no os olvideis de comentar
saludos!!
Esto no es un cuento de hadas (parte 2)
Sandra y yo, comenzamos a salir, pero en secreto.
Todo esta ocurrió hace 36 años, y entonces era otra época diferente. Estaba mal visto que una muchacha de 19 años saliera con uno de 22. Y no solo era por la edad, Sandra estaba prometida desde que nació con un hombre al que ni siquiera conocía
Un día, para ser más exactos el 18 de junio de 1975, volvió su prometido.
Entonces, fue como si Sandra se fuera apagando poco a poco. Dejo de ir a la escuela, ya no nos veíamos por las tardesy yo cada día la veía más triste…
El dolor que sentía cada vez que les veía juntos no se puede explicar… Es algo parecido al odio, miedo y desesperación juntos. Me había enamorado locamente de ella.
Poco a poco ese gran espacio dentro de mi que ocupaba Sandra, se fue quedando de nuevo vacío… Pero estaba bien, porque sabía que ella tenía un gran futuro por delante con un gran hombre que le daría todo lo que quisiera… o eso pensaba yo.
Se casó, si, se casó. Pero era algo que todos sabíamos que iba a suceder, aunque, aun así, dolió muchísimo.
Ojalá nunca tengas un amor imposible, es como la mayor de las torturas.
Aproximadamente un año después, llegó a mis oídos de que Sandra había muerto por motivos naturales. A pesar de todo ese tiempo, yo no la había olvidado y la noticia fue como si me clavaran mil agujas en el pecho. Fue algo que no se lo deseo ni a mi peor enemigo.
Empece a investigar. Sandra era una chica muy sana como para morir por motivos naturales.
Pero no encontré nada. Tiempo después, una amiga suya vino a mi y me entrego su diario donde explicaba como su marido poco a poco había ido apagando su vida con cada golpe, con cada humillación…
Llevaba su firma, por lo que lo envié a la policía.
Detuvieron al marido, pero al día siguiente estaba en la calle. Porque cuando el dinero habla, la verdad calla.
Y hoy, con 57 años, todavía no he encontrado a la persona que llene el vació que dejo Sandra…
Triste, ¿verdad? – dice, como si se acabara de dar cuenta de mi presencia.
Yo estaba tan conmocionada por la historia de aquel hombre que no pude responder
``… cuando el dinero habla, la verdad calla…¨ Tan solo podía repetirme una y otra vez esa frase en la cabeza.
El dinero puede comprar un reloj, pero no el tiempo.
El dinero puede comprar a una mujer, pero no su amor eterno…
Mi nombre no era importante al comienzo de esta historia pero ahora sí lo es. Me llamo Emma hurte jimpo, soy la amiga de Sandra, la que organizo la fiesta donde se conocieron ella y Matt y aquí terminan mis investigación sobre su muerte.