miércoles, 29 de diciembre de 2010

una vida perfecta

                                                       UNA VIDA PERFECTA
Mi vida era perfecta. Tenía todo aquello por lo que había soñado. Una familia genial, unos amigos estupendos…, incluso tenía el amor.
El día que Asher tuvo que irse fue el principio del fracaso de mi vida perfecta. Adiós al amor.
Después  mis padres, con la llegado de mi hermana Megan, pasaron de unos padres súper comprensivos a otros muy gruñones.
A los pocos días comenzaron los conflictos entre mis amigos  y pasamos de estar genial a dividir el grupo en dos y yo, en medio.
Llego un chico nuevo al instituto, era bastante guapo, y a todas las chicas las tenía locas, pero ninguna se atrevía a acercarse a él, parecía el típico chico solitario que no le gustan los royos… o las chicas. No sé, en un colegio como el nuestro se oye de todo.
Al cabo de algunos días, las cosas se fueron suavizando hasta que mis ``amigas´´ me hicieron elegir entre un grupo u otro. Genial. Asique, decidí irme con mi mejor amiga, Karen.
Ese misma tarde fui al parque para despejarme un poco de los berrinches de mi hermana y vi sentado en un banco al chico nuevo, David.
No sabía mucho de él, bueno, en realidad nadie sabía nada sobre él. Al parecer venia con su padre del Norte en busca de un poco de tranquilidad y eso estaba segura de que lo conseguiría teniendo en cuenta que en este pequeño pueblo apenas había 10.000 habitantes.
Fui hacia el banco donde él estaba. La verdad es que me daba pena, siempre estaba solo. El se giro hacia mí y me sonrió. Por primera vez desde que llego, pude observarle detenidamente. Era más guapo de lo que recordaba. Tenía unos profundos ojos marrones del color del chocolate, un pelo castaño corto y una sonrisa perfecta con unos dientes blancos como la luna llena. Llevaba una camiseta azul ajustada que se pegaba a los músculos de su cuerpo, el pantalón, era un vaquero normal azul oscuro y las zapatillas eran unas deportivas, aparentemente cómodas.
Nos miramos mutuamente durante unos segundos hasta que yo, incomoda, aparte la mirada.
- Hola – dije tímidamente. No se me ocurría otra cosa que decir.
- Hola – Me respondió él. Tenía la mirada perdida en algún punto del parque pero no dejaba de sonreír – Vas al mismo instituto que yo ¿no?
- Sí, y a la misma clase – dije enfadada. Era normal que la gente no se fijara mucho en mí, sólo era una más del montón, pero tampoco era invisible.
Él debió de notar mi enfado porque enseguida se giro y me miro como pidiéndome disculpas, pero sin parar de sonreír. 
Estuvimos hablando y riendo durante horas, hasta que se hizo de noche y tuvimos que irnos.
Ese misma noche tuve un sueño muy extraño. Yo estaba con David, hablábamos, reíamos y  ¡¡nos besábamos!!  En ese momento llega Asher y nos ve juntos. Me grita y se enfada con migo por no haberle esperado. Después, Asher, muerto de celos, se lanza contra David y ambos pelean, por mí.
Al instante me levanto de la cama de un salto toda sudada. Miro el reloj, son las 5:00 de la mañana. Ya no iba a conseguir volverme a dormir, asique, me meto en la ducha, me visto, desayuno, me lavo los dientes y me preparo para ir al colegio.
La primera hora era la más aburrida. Tocaba historia con el profesor Beth. Fantástico.
Había que hacer un trabajo por parejas sobre la revolución francesa. Fui hacia Karen para ponernos juntas, como en todos los trabajos, cuando me di cuenta que David tendría que hacerlo sólo mientras que Karen podría buscar a cualquier otra. Bajo la mirada acusadora de mi amiga por haberla dejado plantada, fui hacia el asiento de David.
- ¿Te apetece hacer el trabajo conmigo? – Le pregunto con una sonrisa. El parecía triste, distante.
- No, será mejor que no seamos amigos –  dicho esto se levanta y va hacia la otra punta de la clase en busca de otro compañero con quien hacer el trabajo. Yo me quede petrificada. No podía creer lo que acababa de oír.
Al final, como todo el mundo ya tenía pareja, nos toco hacer el trabajo juntos. No había pasado más vergüenza en toda mi vida.
Decidimos hacerlo cada uno por su lado. Después de lo que acababa de decirme no estaba dispuesta a quedar con él para hacer el trabajo. Yo haría la primera parte, él la segunda parte y después, juntaríamos las dos mitades.
A los siguientes días, David no vino a clase. Pasaron Dos semanas y nadie sabía nada sobre él. Yo ya estaba empezando a preocuparme. Le dije a mis amigas que era por el trabajo de historia, pero, en realidad, yo sabía que era por algo más.
Conseguí colarme en secretaría y coger prestada la dirección de la casa de David. Necesitaba verle, saber que estaba bien.
Esa misma tarde fui a su casa. Llame a la puerta y me abrió un hombre que supongo que era el padre de David.
- Hola, eh… busco a David… soy una compañera de clase – Estaba extremadamente nerviosa. No sabía que decir. ¿Qué narices hacía yo aquí? Sin embargo, a pesar de mis dudas, no salí corriendo. Quería ver a David, necesitaba verle o me volvería más loca de lo que estaba.
El padre me miro de arriba abajo y sin decir ni media palabra se metió hacia dentro dejándome plantada en la entrada.
Al cabo de varios minutos, salió David. Parecía realmente cansado, como si no hubiera pegado ojo en varias noches.
Me abalance sobre él y le abrace más fuerte que a nadie en toda mi vida. Él, en lugar de apartarme, me devolvió el abrazo todavía más fuerte.
- Pasa – me dijo señalando el interior con la cabeza. Pase por delante de él y me adentre en la casa.
El recibidor era una sala pequeña adornada únicamente por un cuadro antiguo donde, justo al lado, se encontraban unas escaleras que daban a la segunda planta.
David subió primero y se detuvo un una puerta al final del pasillo.
La habitación de David era bastante pequeña, apenas cabía una cama, un escritorio abarrotado de papeles, libros y tratos; un armario, una mesilla al lado de la cama completamente bacía y una ventana que daba al exterior.
Me senté encima de la cama y me prepare para el interrogatorio
-  ¿Por qué has faltado tanto a clase? – dije mirando hacia la ventana. El paisaje era bastante bonito. Él me miró a los ojos y puso esa sonrisa suya tan perfecta
- ¿Estabas preocupada?– dijo sin dejar de sonreír
- pues claro que estaba preocupada, somos amigos – me volví para mirarle a los ojos. Eran tan atractivos como recordaba, puede que un poco más caídos y con más ojeras a causa del sueño, pero aun así, eran perfectos. Él dejo de sonreír y me miró extremadamente serio.
- Ya te lo dije el otro día, será mejor que no seamos amigos – Su boca decía una cosa, pero en su mirada se veía otra muy diferente. Me necesitaba y yo le necesitaba a él y esta vez, no me iba a rendir tan fácilmente.
Me levante de la cama y me acerque hacia él.
- Tú no eres el chico del que me enamore en el parque – Nos miramos muy fijamente hasta que el se acerco y me beso. Fue un beso apasionado, tierno, pero a la vez y sin saber porque, muy triste – Vendrás mañana a clase – dije mirando hacia el suelo, temiendo la respuesta.
Él me cogió la barbilla y me levanto la cabeza hasta que nuestros ojos se miraban fijamente y nuestros labios apenas estaban a centímetros de distancia.                           
- Pase lo que pase, jamás te olvides de mí, por favor – Había tal desesperación en su voz que no podía soportarlo.
- Te lo prometo – Nos volvimos a besar.  No sé porque, pero temía que iba a ser el último.
Estuvimos abrazados durante toda la noche, hasta que me quede dormida.
Al día siguiente me levante, sin saber cómo, en la cama de mi habitación.
Baje corriendo de mi habitación hacia la cocina, donde estaba mi madre preparando el desayuno.
- Mama, ¿Cómo llegue a noche a casa? – pregunte con la respiración contenida. Ella se giro y me miro sorprendida por la pregunta
- Como todos los días, viniste del colegio, hiciste los deberes y te fuiste a la cama ¿Estás bien?  - me dijo mientras me ponía la mano en la frente para comprobar si tenía fiebre.
- Sí mama, estoy bien – le dije apartándome y corriendo hacia mi habitación saltando los escalones de dos en dos. Tenía que llegar al colegio.
Al llegar a clase lo primero que hice fue fijarme en el pupitre de David. No estaba.
Me acerque hacia Karen, que estaba con su grupo de amigas hablando sobre la fiesta de ayer.
- ¿Alguna ha visto a David? – Todas me miraron extrañadas
- ¿Quién es David? – Pregunto Karen
- ¡como que quien es David! El chico nuevo, el que se sentaba allí – dije señalando el hueco del final de la clase. Todas me miraron como si estuviera loca
- allí nunca ha habido nada, ¿Te encuentras bien? Me estas asustando – Dice una de las chicas. ¿Cómo era posible que nadie le recordara?
Me fui a casa corriendo, sin mirar hacia atrás, y le conté toda la historia a mi madre. Esta le quito importancia diciendo que seguramente fue un sueño, pero al ver mi insistencia decidió llamar a un médico.
No podía comer, ni beber. Tampoco era capaz de dormir solo podía pensar en David y en su repentina desaparición. ¿De verdad  había existido o sólo ha sido un sueño?
Mi madre, por miedo a que enfermara, me interno en un manicomio, aunque a ellos no les gusta utilizar esos términos, más bien es un centro de salud para gente con problemas mentales.
Me gusta estar aquí. Todo es de color blanco y se puede respirar un aire de tranquilidad y paz que jamás hubiera imaginado, aunque puede que sea por la medicación. Por lo menos nadie me llamaba loca, o se ríe de mí por creer en alguien imaginario.
Me da igual lo que digan los médicos, mi familia o mis amigos… Yo sé que David existió y nunca romperé mi promesa. Jamás me olvidare de él, porque el primer amor nunca se olvida.
http://www.luzyoscuridad-dedi.blogspot.com/

8 comentarios:

  1. la entrada del final es un libro que estoy escribiendo

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  2. que genial tu blog asias por pasarte por el mio besos

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  3. Qué chulo el relato ;) Ya tiene una seguidora más.
    ¡Un saludo!

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  4. muchisimas gracias a las dos!!
    un besazoo!!

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  5. Vaya me conmovio tu relato un monton vi el enlance en una de las preguntas de yahoo respuestas y me dio por abrirlo y mira que yo nunca abro enlaces y me encanto por favor porque no lo continuas?¿ me encantaria leer una continuacion, bueno si la haces me puedes habisar a mi e-mail te lo agradeceria en el alma, lilianascalt@gmail.com un saludo.

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  6. grax x leer el relatoo!!
    ya te conteste en tu correoo!!
    un saludoo!!

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  7. me encanta!!
    spero k sigas =) sabs k t apoyoo!!
    tq flow!!
    un bst!!

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olaa!!
podeis comentar lo que querais que yo lo leere encantadaa!!
si algo no os gusta NO OS CORTEIS Y DECIRLO pero siempre con respeto
muchas gracias a todos por vuestros comentarios
un saludo!!