jueves, 1 de septiembre de 2011

SIETE MUNDOS - capitulo 1

ola a todos!!
Bueno, despues de estas largas vacaciones... relatos cortos regresa con renovadas fuerzas!! jajajja y lo demestro con este relato ;)
el primer capitulo se me a echo un poco mas largo de lo que esperaba, pero haré el segundo muy cortito para compensar =)
gracias a todos y no os olvideis de comentar!!! vuestros comentarios son los que me animan a seguir adelante.
                                                                   
                                                                           SIETE MUNDOS
CAPITULO 1 – SIGO AQUÍ
Anselmo.
El corazón iba a mil por hora y mi respiración estaba cada vez más agitada. Todo mi cuerpo estaba en tensión, preparado para luchar. Y entonces… Nada. Tan solo oscuridad. Una oscuridad que te envuelve por completo. Cierro los ojos y me concentro en cada una de mis respiraciones, en cada latido de mi corazón. A mi alrededor no había nada más que silencio. Después de diecinueve años de ruido y desesperación era tentador tanto silencio, tanta tranquilidad. Sin embargo, sabía que debía escapar ahora o me quedaría durante toda la eternidad vagando por La Nada.
Cuando no conoces otra forma de vivir, una eternidad es apenas un suspiro. Sin embargo, un mortal como yo, con apenas diecinueve años de vida, que ha conocido la belleza de la vida, la tristeza del dolor y la pasión del amor lo único que quiere es escapar de aquí y empezar de cero.
Hace poco conocí a un alma mortal como yo por aquí. Fue ella lo que me dijo que todavía tenía esperanzas y que podía regresar. Yo sabía que era verdad, pero solo unos pocos consiguen escapar de aquí. La mayoría regresan.
Últimamente había tenido mucho tiempo para pensar en cómo llegue aquí. No estoy muerto, pero tampoco vivo. Es extraño, puede que incluso surrealista, pero es la verdad.
Una mujer. Siempre es por una mujer.
Ella tenía dieciséis años.  Era de una familia de Campesinos con una fama un tanto peculiar. Se decía que esa familia estaba maldita. Yo no hice caso de las advertencias de mi familia y me acerque a ella hasta quedar locamente enamorado.
Su belleza era embriagadora, pero debajo de tanta belleza había un gran secreto. No estaba maldita, tampoco era una bruja, ni una vampira, ni un demonio… Yo no creo en nada de eso. Su secreto tenía que ver con una magia muy diferente a todas esas. La magia del dinero.
Total, me vi metido en un lio tremendo. Y aquí estoy, en La Nada.
¿Qué que es La Nada? Bueno, intentare explicarlo lo mejor que pueda.
Existen siete dimensiones, tres para los vivos y cuatro para los muertos. En el mundo de los muertos esta: El cielo, donde van todas las almas que descansan en paz consigo mismas. El infierno, donde van las almas marcadas para el mal. El limbo, donde están las almas que tienen algo pendiente en las dimensiones de los vivos; y La Nada, donde están, como a mí me gustan llamarnos, los muertos vivientes. No estamos muertos simplemente porque no hemos muerto, pero tampoco estamos vivos. Digamos que estamos entre las dimensiones de los muertos y la de los vivos, sin estar del todo en ninguna de las dos. Se llama La Nada, sencillamente porque no hay nada. Tan solo oscuridad y, si tienes suerte, puedes hasta encontrarte con alguna alma como tú, hablar un poco y después, desaparece. Seguramente os estaréis preguntando cómo se puede llegar a La Nada, pero eso es otro capítulo de mi vida que de momento prefiero no contar.
Pues bien, las dimensiones de los vivos son mucho más sencillas de explicar porque solo se conoce una: la tierra.
Solo un par de personas tienen el poder de viajar de una dimensión a otra. Genial ¿verdad? Me gustaría ser una de ellas para irme de aquí. Puede que me pasara por el cielo… o tan vez unas vacaciones en el infierno. Allí tiene que hacer calor…
Todos mis pensamientos se detuvieron de golpe cuando sentí una vibración que me recorría por todo el cuerpo. ¿Qué estaba pasando? Volví a ponerme tenso, en posición de ataque. Pero, al igual que la última vez, no ocurrió nada. Las vibraciones pararon de golpe. Cerré los ojos durante unos instantes y cuando volví a abrirlos, vi una luz cegadora que apenas me dejaba entornar los ojos.
Poco a poco mi visión fue acostumbrándome y pude distinguir con mayor claridad lo que había a mi alrededor.
La habitación era una enorme sala redonda llena de sillas. Justo en medio, había una mesa cuadrada con una ajetreada muchacha detrás. En las sillas había montones de personas esperando para ser atendidas. Yo no me lo pensé dos veces y fui hacia la mesa.
- Perdone, no sé muy bien donde estoy, ni que está pasando ¿podría ayudarme? – le dije a la chica, pero esta continuo con sus tareas sin ni siquiera levantar la vista de sus papeles. La muchacha era de una estatura media, con un impecable moño alto y unas gafas cuadradas encima de unos pequeños ojos marrones. No era especialmente guapa.
Cuando ya pensaba que no iba a contestar dijo al fin, sin dejar de mover papeles:
- coja numero y espere su turno
No le di las gracias. Había sido una grosera y no se las merecía.
Me dirigí hacia una pequeña máquina con un cartel En el que se podía leer: ``coja su número aquí´´ no sabía cómo funcionaba, asique simplemente me acerque y espere. A los dos segundos, un pequeño papelito salió disparado hacía mi mano. Era el numero 385.
Fui hacía una de las miles de sillas y me senté a esperar. Como no había nada mejor que hacer y estaba muerta de aburrimiento, decidí echar un vistacillo a mí alrededor. Había gente de todo tipo: desde campesinos hasta nobles. Pero también había gente muy extraña, con ropa de lo más extravagante. Había una chica de unos dieciséis años, vestida (si se puede llamar así) con una camiseta muy por encima del ombligo y un pantalón que parecía más ropa interior. Del sitio donde yo venía estaba prohibido que las chicas llevaran pantalones, pero allí era de lo más común. No sé, yo nunca salí de mi pequeña aldea, pero, cuando vi a un chico con los pelos de diferentes colores, casi me alegre ¿Qué clase de reino permitía eso? 
- Numero 385 – dijo una voz femenina que parecía provenir del cielo. Instintivamente me levante corriendo y fui hacia la gran mesa, quería salir de allí.
La chica, sin decir ni una palabra, señalo una gran puerta de madera que había justo detrás de ella. Fui directo hacía la puerta y entre sin ni siquiera llamar.
- hola Anselmo – Dijo un hombre que había sentado justo detrás de una mesa. Y ya está, eso es todo lo que había en la habitación, una mesa y una silla - ¡oh perdona! – dice levantándose de repente. Entonces, hace un gesto con la mano y al instante aparece una silla justo enfrente de la mesa. Wau.
- Hola – dije mientras me acercaba a la silla. Puse una mano encima para asegurarme que no desaparecería cuando la tocara y me senté.
- Bien, seré breve porque como te habrás dado cuenta, hay mucha gente esperando – dice con una impecable sonrisa. El hombre que había sentado delante de mí era un tanto… peculiar. Debía medir el metro setenta, pero era un poco regordete. Llevaba una larga barba negra que llegaba hasta el pecho. Su pelo negro era un tanto rizado y estaba recogido en una coleta que llegaba hasta la cintura. Su ropa era… extraña, pero ¿Qué no lo era aquí? – Te he elegido entre miles de personas para darte una segunda oportunidad. Normalmente no elijo a gente que lleva tanto tiempo en La Nada porque es muy difícil enseñarles, pero tú eres diferente y tú caso también. Déjame terminar – añade cuando me ve con intenciones de hacerle una pregunta. Al instante cierro la boca y espero a que continúe – bien, voy a hacerte una proposición. Es muy sencillo, necesito que me ayudes en una pequeña misión… Nada importante. Y después, si consigues llevarla a cabo correctamente, tendrás tu segunda oportunidad. Empezaras de cero. En cambio, si no aceptas, volverás a La Nada para siempre. Tú eliges.
-  Pero, exactamente ¿en qué consiste esa misión?
- Eso no importa, te daré todos los datos y responderé a todas tus preguntas… una vez que hallas aceptado. Qué me dices. – dice mientras apoya los codos encima de la mesa y junta las manos, esperando mi respuesta.
Lo pienso durante unos segundos, sin embargo, no hay mucho que pensar. Es intentar hacer lo que este hombre me pida o pasar la eternidad en La Nada sin mayor compañía que mis pensamientos.
-De acuerdo, lo haré.
- Tendrás noticias de mí en cuanto arregle algunas cosas.
Otra vez esas vibraciones y… nada más. Todo se volvió oscuro y volví al punto de partida, La Nada.


2 comentarios:

  1. Hola!! :) Pues chica sí que has empezado con fuerza jajaj como dices se hace un poquitín largo pero el final lo arregla todo dejando a los lectores con unas ganas tremendas de leer el siguiente capítulo :) Siento haber tardado tanto en comentar jaja pero es que las vacaciones te quitan más tiempo que el trabajo jajaja
    Sigue así guapa ^^
    Saludos :D

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  2. muchas gracias laura eres genial!!
    admito k se me hizo un poquito largo jijiji es k no podia parar de escribir y luego no sabia como resumirlo pero el segundo capitulo sera muuuy cortito para compensar jajajaj
    salu2!!

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olaa!!
podeis comentar lo que querais que yo lo leere encantadaa!!
si algo no os gusta NO OS CORTEIS Y DECIRLO pero siempre con respeto
muchas gracias a todos por vuestros comentarios
un saludo!!